Hoy les traemos la prueba que hemos estado realizando al
nuevo KIA SPORTAGE; un vehículo de la categoría SUV en el que encontramos muchas novedades, algunas de ellas muy interesantes.
El modelo probado en este caso, ha sido el SPORTAGE SPIRIT;
con motorización 2.0 CRDi con caja manual y 136cv. En este caso, por el tipo de
motor contábamos también con tracción total (4WD) y por el mismo motivo, no
contamos con el sistema de Stop&Go algo que se echa de menos a la hora de
estar parados mucho tiempo para después continuar la marcha.
Para contar con un motor 2.0 con admisión turbo intercooler
los datos sobre consumo no son muy elevados pues rondan 6L a los 100 km
reduciéndose esto cuando vamos por autopista. Su velocidad máxima ronda los 185
km/h pasando de 0 a 100 km/h en 10.5 segundos, un tiempo aceptable para su peso
que se encuentra sobre los 1700kg.
En cuanto a equipamiento, nos encontramos con un modelo que
se encuentra el segundo entre sus compañeros; por debajo tenemos el ACTIVE y
por encima tenemos el VISION y por su puesto el GT LINE. En este caso de
nuestra versión a la versión superior VISION, encontramos muy pocas
diferencias.
En este nuevo sportage, encontramos toda una lista enorme de
equipamiento que nos trae de serie y la verdad que es un punto bueno para KIA
en este caso, puesto que no tenemos que irnos al modelo superior si queremos un
vehículo bien equipado, solamente si nos gustan más los detalles nos tendremos
que ir a modelos superiores.
El equipamiento más destacado de nuestro modelo a nivel
personal ha sido retrovisores eléctricos y calefactables, sensor de lluvia y
luces, sensores de aparcamiento tanto traseros como delanteros con cámara de
visión trasera, pantalla en el medio de los relojes del cuadro de instrumentos
que nos facilita diferentes datos del vehículo para no apartar la vista de la
carretera, cristales oscurecidos, elevalunas eléctricos en todos los cristales,
climatizador Bizona y navegador con pantalla táctil con mapas y conexión Android
Auto y Car Play.
Hemos estado caminando con el SPORTAGE muchas horas por
diferentes tipos de pavimento y la verdad que se comporta bastante bien,
contamos con un botón en el interior para controlar la tracción y para activar
un asistente en bajadas que frena automáticamente el vehículo manteniéndolo a
unos 12km/h algo que se agradece muchísimo cuando entramos en caminos un poco
rebuscados. Con la altura que poseemos del suelo, se puede pasar por casi todos
sitios sin miedo a que roce alguna parte. En el interior no encontramos ningún
ruido fuera de lo normal, el habitáculo es bastante silencioso en las
diferentes situaciones y en cuanto a sus plazas; las delanteras son espaciosas,
muy cómodas para trayectos largos y las traseras son también muy espaciosas,
con gran espacio para las piernas y destacamos que el respaldo también es
regulable, algo muy interesante para nuestros viajes.
En conclusión, es un vehículo muy cómodo, ideal para
cualquier viaje que queramos realizar, con unos acabados que están muy bien
resueltos dependiendo de lo que busquemos y que nos ofrece la robustez de un
4x4, con la comodidad de un compacto.
A continuación unas imágenes de la prueba:
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